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La Santa Trinidad

La Santa Trinidad fue una campaña de rol jugada en el Club de Rol Thalarion de Valencia entre los años 2000 y 2012. Este libro reúne en 514 páginas pseudonoveladas los resúmenes de las trepidantes sesiones de juego de las dos últimas temporadas.

Los Seabreeze
Una campaña de CdHyF

"Los Seabreeze" es la crónica de la campaña de rol del mismo nombre jugada en el Club de Rol Thalarion de Valencia. Reúne en 176 páginas pseudonoveladas los avatares de la Casa Seabreeze, situada en una pequeña isla del Mar de las Tormentas y destinada a la consecución de grandes logros.

viernes, 4 de mayo de 2012

Los Seabreeze - Campaña Canción de Hielo y Fuego Temporada 1 Capítulo 8

La Fiesta de... ¿Bienvenida? ¡Empieza el torneo!

Los Fell se mostraron correctos, y Ancel paseó con Elora por el paseo exterior de Bastión. La muchacha se mostró receptiva a las explicaciones del Seabreeze y una vez aclarada la situación, la conversación derivó a los preparativos de su boda. Dejadas atrás las reticencias que los rumores habían provocado, Elora se mostró entusiasmada ante la perspectiva de la gran ceremonia.

Elora Fell, prometida de Ancel
La mañana anterior al comienzo del torneo, Berormane entró en Bastión para presentarse ante los archimaestres que iban a auspiciar el cónclave de maestres paralelamente a la competición. Habló con la mayoría de los archimaestres Benedict, Ebrose, Perestan, Cetheres, Agrivane, Gallard y Marwyn el Mago, en una presentación rutinaria. No obstante, el archimaestre Marwyn fue especialmente cáustico con él, recordando los momentos de decepción de Berormane cuando fue asignado a una casa menor. El maestre de los Seabreeze también aprovechó para intentar hacerse con el equipo necesario para analizar el líquido que contenía el vial que había salido de la empuñadura hueca de la extraña daga de obsidiana que alguien había dejado en la cama de Ancel. Pero no tuvo suerte, ninguno de los maestres a los que preguntó había acudido allí con tal impedimenta. Debería seguir intentándolo más adelante.

Al anochecer, Melina desplegó todas sus artes para convencer a Breon de que la llevara a ver a su padre, y así hablar de su posible boda. El atractivo y las sibilinas palabras de la muchacha probaron ser demasiado para el caballero, que aceptó sin dudarlo. Al reconocer a Melina, los guardias los dejaron pasar al pabellón de lord Edgar sin problemas; cuando llegaron, el señor de los Raer se encontraba reunido con lord Galor Lonmouth y algunos más cuyos escudos Breon no supo reconocer. Lord Edgar se mostró amable en todo momento, hablando con paciencia de la concesión de la mano de su hija, de la valía de ser Breon y de los problemas que últimamente habían acuciado a los Seabreeze. Regresaron antes de que nadie notara su ausencia.

Esa misma noche, un achispado Jeremiah tuvo un roce muy excitante con Lidda, la más bella de las chicas de la Primavera Jade. Sin embargo, percibiendo el carácter problemático de la mujer, prefirió llevarse a la cama a otra de ellas. No sin obtener de Lidda una enigmática promesa de cita a la que debería acudir por la mañana. Jeremiah acudió, expectante, pero la mujer no apareció. Si estaba jugando con él, debería darle un buen escarmiento. Más tarde esa misma mañana, Jeremiah compró un rico vestido y adornos para su hermana Megara como le había prometido en un momento anterior.

El día siguiente, a mediodía, tuvo lugar la ceremonia de presentación de los participantes en las justas y sus respectivos séquitos y compañeros en el combate cuerpo a cuerpo. El recibimiento de los Seabreeze no fue demasiado bueno. Aquí y allá se levantaban en el público voces disonantes, abucheos y murmullos. Los rumores del ataque a los Dannett les habían hecho mucho daño. Cuando instantes más tarde desfilaron los Dannett, un clamor de hurras y vítores les acompañó. Los Seabreeze mantuvieron la compostura como pudieron, y finalmente el acto concluyó sin ningún altercado.

Un par de horas más tarde tenía lugar la fiesta de recepción de los participantes. Un gran número de casas nobles de Poniente habían acudido al llamado, y al llegar los Seabreeze, la sala principal del enorme castillo se encontraba atestada. Lady Madelyne iba del brazo de Ancel, mientras Megara llegaba del brazo de Jeremiah. La visión de la joven hermana de los Seabreeze causó una honda impresión en los presentes. El vestido verde esmeralda que Jeremiah le había comprado junto con las joyas que portaba, la convertían en una jovencita espectacular. Sus ojos, su cabello, su cara ligeramente pecosa, sus curvas, causaron una honda impresión en todos los hombres presentes, y parte de las mujeres. Los Seabreeze no tuvieron ninguna duda de que gran parte de los encuentros que tuvieron en los minutos subsiguientes eran debidos a la presencia de su hermana. Hasta entonces, Ancel y Jeremiah la habían visto sólo como una niña, pero lo cierto es que se había convertido en una mujer que quitaba el aliento. Los primeros en acercarse a ellos ante la reticencia general fueron los Fell, cuyas bromas relajaron un poco la tensión. A continuación acudieron los Estermont; Alyn Estermont miraba a Megara de arriba abajo sin ningún tipo de pudor ni discreción. Lord Eldon llegó incluso a proponer a lady Madelyne el matrimonio de Alyn con Megara, y de su nieta Dorase con Jeremiah. Halagados, los Seabreeze contestaron que lo pensarían seriamente. Lord Eldon no pareció complacido con la respuesta, pero se retiró educadamente. Mientras tanto, Berormane mantenía una interesante conversación con lady Olenna Tyrell, la Reina de Espinas, que prácticamente lo acorraló junto a sus guardias gemelos para poder hablar a solas. Lady Olenna le preguntó acerca de la situación de los Seabreeze, y mencionó el episodio en el castillo de los Tudbury, pidiéndole información acerca de la situación de lord Tom. Berormane se sorprendió al comprender que lady Olenna debía de tener informadores incluso en Caparazón Recio, y le contó todo lo que sabía. La madre de lord Mace Tyrell también sugirió solapadamente que su Casa pagaría bien por los servicios de un maestre tan capacitado como él, a lo que Berormane se negó diplomáticamente. Por último, lady Olenna acabó mencionando una remota y según ella disparatada, posibilidad que se le había ocurrido de repente: un matrimonio entre su nieto Willas y Megara Seabreeze. Cuando Berormane transmitió la posibilidad a Ancel, a éste se le pusieron los ojos como platos: casar a su hermana con el heredero de Altojardín no era ninguna tontería; pero por supuesto, de momento quedaba descartado: los Seabreeze no podrían hacer frente a la dote que demandarían los Tyrell por tal matrimonio.

Poco después, la reina Cersei en persona se acercó a ellos, con algunas damas de su séquito. La conversación transcurrió en el filo entre la cortesía y la aversión. Evidentemente, a Su Majestad no le agradaba que hubiera otra mujer en la sala rivalizando con su belleza. La reina, siempre sonriente y bellísima, les recomendó que tuvieran mucho cuidado con quién se acercaba a aquella "maravillosa niña recién florecida", en clara referencia al rey Robert. Poco rato después, entablaban conversación con lord Beric Dondarrion, que a pesar de su rencor confesado a los Seabreeze, se acercó obnubilado por la muchacha. Cuando lord Beric se dio por satisfecho con su cortejo, entró en acción un participante más peligroso, si cabía: lord Oberyn Martell, la Víbora Roja de Dorne. Lord Oberyn probó ser extremadamente seductor, y a punto estuvo de alejarse un par de veces a solas con Megara. Por suerte, los Seabreeze se mostraron inflexibles y no dejaron que se retiraran a ningún reservado.

Breon también tuvo su encuentro personal cuando Sandor Clegane, el Perro, se acercó para entrar de lleno en una competición de bravuconadas acicateadas por el vino consumido.

Durante toda la estancia previa en los salones, Jeremiah y Ancel fueron perseguidos insistentemente por lady Orlanna Shreeve, una noble menor acompañada de su marido y de su caballuna hija. Con su voz de pito insistía en lo buen partido que era su hija Aranette. Intentó por todos los medios establecer una alianza matrimonial con los Seabreeze, pero éstos consiguieron darle largas.

Finalmente, los heraldos anunciaron el comienzo del banquete y los invitados accedieron al comedor principal. La comida fue abundantísima y bastante divertida. Sin embargo, cuando se estaban haciendo los brindis finales en honor de los participantes y se mencionó el alto honor que obtendría el ganador, una voz se alzó: era Adham Dannett. El muchacho presentó su caso ante el rey Robert, que a instancias de su esposa, lo escuchó. Tras realizar las acusaciones formales sobre el ataque salvaje que sus campesinos habían sufrido, varios de los presentes testificaron a favor y en contra de los Seabreeze, sin ninguna prueba concluyente. Así que finalmente, Adham demandó un juicio por combate, que le fue concedido. Adham Dannett y Jeremiah Seabreeze se enfrentarían al día siguiente en el primero de los duelos de la justa, que serviría como juicio. Los Dannett se retiraron, altivos, con Adham tambaleándose un poco; este hecho llamó la atención de Ancel, que se había fijado en que el muchacho apenas había bebido nada.

La velada transcurrió de forma fría a partir de entonces hasta que el rey Robert gritó, lanzó un par de risotadas e invitó a todos a beber. Alguien aprovechó la ocasión para presentar al rey a un comerciante braavosi, Maiyo Vierro, que comerciaba con un fuerte licor llamado cheldarro. De inmediato se estableció una competición, y el licor probó ser lo que el braavosi había prometido. Todos los participantes, incluyendo al rey, acabaron totalmente borrachos.

Y la mañana siguiente por fin empezó el torneo. Cuando Jeremiah y Adham Dannett se presentaron ante el rey, el Seabreeze se fijó en que su rival parecía sufrir los síntomas de una resaca intensa, o quizá se encontraba enfermo. Sin embargo, como el joven parecía tan decidido a justar, prefirió no decir nada. El conflicto fue breve. En la primera lanza, Jeremiah descabalgó sin esfuerzo a Adham, que ya no pudo levantarse, aquejado de fuertes temblores. Sus familiares se lo llevaron rápidamente, sin dejar que los Seabreeze se acercaran a él. El rey no tuvo más remedio que declarar a los Seabreeze inocentes de todos los cargos a los ojos de los dioses. La mayoría de la multitud prorrumpió en vítores y el torneo pudo continuar. Breon tuvo que enfrentarse a un caballero errante -previo gasto de un punto de destino pues tuvo mala suerte en el sorteo y habría tenido que enfrentarse a ser Aemon Estermont, uno de los mejores- con un águila en su escudo, y tras ser casi descabalgado en las primeras dos lanzas, pudo derribarlo con la tercera.

A mediodía, cuando se hizo definitiva la ausencia de los Wylde del torneo, decidieron enviar un cuervo a Loren Ashur para que estuviera muy atento a los movimientos que lord Gawen pudiera llevar a cabo.

2 comentarios:

Paithan dijo...

Que bien! otra campaña de cancion de hielo y fuego...y esta bastante avanzada por lo que veo. A ver si la puedo leer entera y seguramente te robe alguna idea :P.

La nuestra la estamos poniendo en mi blog, www.diceclaw.blogspot.com

Un saludo.

Jose dijo...

Hola Paithan! Puedes coger todas las ideas que quieras, por supuesto, para eso estamos, jejeje... Como verás, el marco general de la aventura es "Peligro en Desembarco del Rey", pero extremadamente adornado con detalles de la circunstancia de la casa de los jugadores (entre otras cosas, he cambiado la localización para que el torneo se celebre en Bastión de Tormentas).

Intentaré mantenerme al tanto de los avatares de vuestra casa Diceclaw.

Un saludo.