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La Santa Trinidad

La Santa Trinidad fue una campaña de rol jugada en el Club de Rol Thalarion de Valencia entre los años 2000 y 2012. Este libro reúne en 514 páginas pseudonoveladas los resúmenes de las trepidantes sesiones de juego de las dos últimas temporadas.

Los Seabreeze
Una campaña de CdHyF

"Los Seabreeze" es la crónica de la campaña de rol del mismo nombre jugada en el Club de Rol Thalarion de Valencia. Reúne en 176 páginas pseudonoveladas los avatares de la Casa Seabreeze, situada en una pequeña isla del Mar de las Tormentas y destinada a la consecución de grandes logros.

sábado, 9 de abril de 2016

El Día del Juicio
[Campaña Unknown Armies]
Temporada 1 - Capítulo 2

La Subasta (II)

Las invitaciones que había conseguido Sigrid les permitieron ser admitidos en el Hotel Excelsior sin ningún problema, en habitaciones separadas.Tras dejar las maletas dieron una vuelta por el vestíbulo y la cafetería del hotel. Sigrid y Malcolm ingresaron en la cafetería VIP mientras Patrick se quedó en el vestíbulo.

Sorprendentemente -o no tanto-, Sigrid se encontró en la cafetería con Ramiro del Hierro (su ex marido, también tratante de antigüedades y diletante) y se lo presentó a Mal. Ramiro se encontraba allí en representación de Emil Jacobsen (de Londres). El nombre no era desconocido en absoluto para Sigrid: ella también había trabajado representando a este importante anticuario/comerciante en diferentes transacciones. En el pub estaba también Paul van Dorn, archi-rival de Emil Jacobsen, con un hombre de nariz aguileña y perilla que desconocido para Sigrid. Era extraño que Van Dorn acudiera en persona a la subasta, rara vez lo hacía. No obstante, ambos (Paul van Dorn y Emil Jacobsen) parecían tener bastante interés en los objetos subastados.

Patrick conoció a Daniel Simmons, al parecer el cabecilla de una organización llamada "la Representación", y a su ayudante Juan, que en un momento dado lo sacó del cerco que distraídamente habían preparado en la sala unos matones con chupas de cuero, tatuajes y mala pinta. También conoció a un tal Dante DiMaio, que era italiano y parecía devoto cristiano. Algo le abultaba claramente en el pantalón (¿una pistola?). De repente Patrick sintió un escalofrío y Dante echó mano a su presunta arma. Miró seriamente a su alrededor, y Sullivan pudo ver que algunos de los presentes en la sala se comportaban de forma similar a Dante y se miraban extrañados entre sí. Algo raro había pasado, indetectable para la mayoría de los asistentes.

Otros asistentes interesantes eran Jack "Lovejoy" Lambert (un erudito británico), Angel y Amir (hermanos gemelos afroamericanos que destilaban sensualidad), Marc Archer (tartamudo viejo conocido de Sigrid), Alexei Ivanov (anticuario ucraniano que buscaba la caja "toc toc" y venía en representación de "alguien desconocido"), Shiro Takeda (del cual se decía que había hecho un pacto con el diablo porque los años no pasaban por él y porque siempre conseguía los objetos que deseaba), Dan McNichols (niño rico apasionado de los objetos antiguos), Sarah Geller y Audrey Chang.

Patrick entabló conversación con una mujer guapísima, que le sedujo al instante. Tenía acento portugués y más tarde averiguaría su nombre: Dulce da Silva. Tuvieron una breve charla sobre asuntos esotéricos, y Patrick averiguó, o más bien recordó, que fue el filósofo griego Platón el primero que mencionó la Atlántida. Dulce cortó la conversación tajantemente -nunca había tenido intención de mantenerla, la verdad-, advirtiendo a Patric que no se interesase tanto por lo oculto, que aún estaba a tiempo de evitar trabar contacto con ese submundo. A continuación se marchó sin más.

También charlaron con Marc Archer, el anticuario tartamudo. Al principio conversaron amistosamente, pero Marc expresó vehementemente su desprecio por la gente que tenía fe en lo oculto. Ofendido, Patrick perdió los nervios y se puso a gritar y a discutir acaloradamente con Marc. A los pocos momentos aparecieron los guardias de seguridad del hotel y les invitaron a abandonar la cafeteria. Marc se retiró a hablar con Sigrid y sus compañeros anticuarios en una mesa, mientras murmuraba que el tipo de las greñas y la barba estaba loco. Patrick se acodó en la barra del bar para relajarse con la bebida, y allí volvió a encontrarse con Dulce. Volvieron a charlar y esta vez Patrick se sinceró más y le contó parte de sus sueños; ella le preguntó muy seria si había tenido tratos con demonios últimamente, lo que Patrick negó, aturdido y sin dar crédito a sus oídos.

Desde la mesa, Malcom Y Sigrid pudieron ver cómo la hermosa y misteriosa mujer portuguesa cogía de la mano a Patrick y ambos se marchaban juntos. Se dirigieron a la habitación de Dulce. Al parecer Pat le había caído simpático. Ella se desnudó y sólo se dejó encima un colgante. Le hizo el amor como una pantera y al llegar al clímax, Patrick sintió como si le arrebatasen una parte de vida, una sensación no del todo placentera.

Por la noche el grupo acudió a la fiesta que se celebraba en la Sala Royal.

Nada más entrar los abordó Jane Sawyer, una mujer de 40 y pocos, mediana edad, bien vestida, con clase, que los había estado observando desde que ingresaron en el hotel. Les habló de una organización a la que ella pertenecía. Al parecer, sus miembros pretendían que la reencarnación del mundo fuera lo mejor posible. También les dijo que eran los encargados de mantener el equilibrio, de que nadie tuviera demasiado poder como para desequilibrar la balanza. Más tarde averiguarían que la organización de la que hablaba, y a la que pertenecía, se denominaba la Nueva Inquisición y que la controlaba un tal Alex Abel.

A los pocos minutos también los abordó un tal Louis Lamar, insistiendo en que se pensaran si querían entrar a formar parte de la Nueva Inquisición. El grupo no entendía tanta insistencia ni qué intenciones había detrás de que su interés. En la fiesta pudieron intercambiar impresiones con otros miembros de esa organización: Duncan Arcen, Muresh Tilak (superatractivo, hindú), y Huong Yin Suan (una joven vietnamita). Decidieron reunirse con ellos en la terraza para hablar de la proposición de unirse a su organización. Allí les explicaron que se dedicaban a controlar cierta parte del mundo que se escondía a los ojos de los demás. Perseguían a aquellos que comercializaban con niños, que practicaban sacrificios, etc. Los únicos requisitos al ingresar en sus filas era el secreto de todas sus actividades y la obediencia fiel a su líder, Alex Abel.

De nuevo en la fiesta, Duncan Arcen, abogado de profesión y aficionado a las antigüedades y a la historia, le dijo a Sigrid que estaría interesado en ver su biblioteca y que él mismo poseía una rica en ejemplares de leyendas antiguas. Le dio una tarjeta a Sigrid. En la tarjeta aparecía la dirección de Weiss, Crane & Associates. Más tarde, Malcom mencionaría la conexión de su pasado a Weiss, Crane & Assocs. revelando la desconfianza que le despertaban -y su odio visceral hacia ellos-. Sigrid le dijo a su vez que había hablado con un tal Duncan, que al parecer trabaja para el bufete.

Casualidad o no, el grupo habló después con Ramiro, que les dijo que Emil le había prevenido contra una nueva organización llamada Nueva Inquisición que quería cambiar el mundo. Dijo también que al parecer estaban utilizando la subasta como centro de reclutamiento, y que se habían acercado a él para proponerle unirse a ellos. Durante la fiesta también pudieron ver cómo Jane Sawyer y el resto de miembros de la Nueva Inquisición conocidos arrinconaban a un hombre contra la pared y éste quedaba inconsciente aparentemente sin que nadie lo tocara.

¡Qué suene la música!
La fiesta continuó y Patrick, que había trabado buena relación con los gemelos Angel y Amir, se acercó a ellos para intentar sacar mas información. De súbito, al acercarse a los gemelos, vio toda la sala más bella, más luminosa, más brillante. La música sonaba maravillosamente, la fiesta le embriagaba. A los pocos momentos, Malcolm sintió lo mismo, y también se dejó llevar por el ambiente. Angel y Amir eran unos animadores casi sobrenaturales (o quizá no "casi"...). Ambos dejaron de tener control de sus cuerpos hasta que se hizo la hora de retirarse, agotados.

El robo
En mitad de la noche, de madrugada, Patrick y Malcolm se despertaron violentamente en sus camas, con un fuerte dolor de cabeza por la resaca. Sonaba ruido fuera. Entreabrieron las puertas de sus habitaciones y fuera vieron cómo un grupo de hombres con abrigos de cuero largo y unas mochilas estaban cogiendo el ascensor. Malcolm acudió rápidamente a la habitación de Sigrid para comprobar si se encontraba bien, y no tardó en reunirse con ellos Patrick. Sigrid preguntó a sus compañeros sobre los acontecimientos de la noche anterior. Los dos coincidieron en que algo muy raro había pasado en la fiesta, algo que les hizo desinhibirse completamente y perder el control.

Mientras Malcolm y Sigrid retomaban su sueño, Patrick, presa de su insomnio habitual, salió a pasear por el hotel. Al bajar vio a uno de los hombres con abrigo de cuero que salía por la salida de emergencia. Curioso, se acercó y se asomó, pero no vio nada. Al momento oyó unos pasos acercándose por detrás; al girarse vio a un tipo con el pelo largo y una uzi en la mano que le miraba tras unas gafas graduadas y le disparó dándole en la pierna. Tras derribarlo, se marchó precipitadamente. Más tarde, en la enfermería, se enterarían de que eran un grupo que había intentado robar los objetos de la cámara acorazada del hotel, pero la policía les aseguró que ya habían dado con ellos y se encontraban entre rejas.

El día siguiente a mediodía recibieron la visita de Jane Sawyer y Louis Lamar para ver si ya tenían una respuesta a su demanda de reclutamiento. Les contaron que se habían hecho cargo de la Cábala Rahjab, una organización de ocultistas que resultaron no ser otros que los gemelos Ángel y Amir. El descontrol de la fiesta de la noche anterior lo habían causado ellos, y no les había quedado más remedio que expulsarlos del hotel. Ante la reticencia del grupo, ampliaron el plazo de la respuesta hasta la medianoche.

La Subasta
Por la tarde comenzó la subasta, entrando en puja los objetos que a priori eran menos atractivos. Sigrid consiguió hacerse sin mucho esfuerzo con un pergamino con una historia rúnica por 2300$.

Respecto al resto de objetos: un jarrón de la dinastía Ming se subastó por unos 600.000$, mientras que Sigrid estimaba su valor real en unos 3.000$. Por él compitieron duramente un viejecillo que habían visto solitario en una mesa de la cafetería VIP y Dan Simmons. Por una Daga de los Borgia llena de joyas , Dan Simmons y Angel pujaron para comprarla por 100.000$, mientras que estimaban su valor en, como máximo, 6.000$. Había algo allí que se les escapaba, y con toda la descabellada información que habían averiguado en los últimos dos días, no les extrañaba.

Por la noche, el trío se reunió con los miembros de la Nueva Inquisición. La respuesta a su propuesta fue afirmativa. Accedieron a unirse a sus filas. Y les dejaron claro que de la Nueva Inquisición sólo se podía salir "con los pies por delante".

Esa noche Patrick soñó con un hombre de color que tenía cuerdas en su mano y lo manejaba a él como un títere, lo que sembró dudas respecto a la decisión que habían tomado.

Ataque a Dan Simmons
Se despertaron sobresaltados al oír lo que parecían disparos en el pasillo. Al abrir ligeramente la puerta, vieron el inmenso cuerpo de Dan Simmons. Dos hombres le estaban disparando. Sin aparentemente preocuparse por los disparos, cogió a uno y lo arrojó como un pelele contra la pared. Al otro lo lanzó con un fuerte golpe al final del pasillo y acabó con la espalda rota. A este último lo reconocieron: se trataba de Huong Yin Suan (la chica vietnamita de la Nueva Inquisición). Algunas puertas de habitaciones contiguas estaban abiertas y sus huéspedes muertos. Pudieron oír cómo Dan Simmons comentaba algo como: "no esperaba que fueran tan agresivos..."

Al poco rato recibieron la llamada de Jane Sawyer para directamente preguntarles si se veían capaces de matar a Daniel Simmons: "parece ser que ha habido problemas por ahí, y su nombre es Dan Simmons. Es un elemento muy peligroso, más de lo que esperábamos. Ahora pertenecéis a la Nueva Inquisición, intentad encargaros de él". Viendo lo que habían visto, los PJs contestaron que no se veían capaces de encargarse de él. Era demasiado fuerte. A partir de ahí, la noche sería bastante movida.

El mendigo nuevamente
De madrugada, se produjo un escándalo en la calle. Desde una ventana del hotel Malcolm vio al mendigo con el que había hablado días atrás discutiendo con el agente de seguridad de la puerta del hotel: "Sois unos hijos de puta ¿Crees que no sé lo que le hicisteis a Cindy? Ese hijo de puta de Abel, eso que ha montado en el hotel, el cabronazo se la ha jugado bien."

Malcolm bajó rápidamente, mientras el mendigo todavía maldecía. Rápidamente se lo llevó lejos del hotel, a un bar cercano. Tras beber algo, la reacción del mendigo fue inicialmente negativa: "Esto va a acabar muy mal. Eres secuaz de Abel, ese puto negrata... putos nazis, no les gusta algo y enseguida lo liquidan con sus labracarnes". Tras unos cuantos gritos, empezó a sincerarse; dijo que posiblemente había sido un labracarnes el que había matado a su hija. Abel había matado a su "Cindy", su querida Cindy. Tras tranquilizar al mendigo, Malcolm volvió al hotel. A las pocas horas, el guarda que había intentado echar al mendigo apareció muerto. Tenía multitud de cuchillos clavados por todo el cuerpo aleatoriamente, y en la frente tenía clavada la navaja que Malcolm ya había visto usar al mendigo en una ocasión anterior.

El trato con Dan Simmons
Poco después, también de madrugada, hablaron con Simmons, que les confió que le apodaban con el sobrenombre de el Hombre Malo, pero que el mote no tenía una explicación obvia, sino que era una larga historia. Les ofreció protección a cambio de deberle un favor. Tambión dijo que si aún no habían firmado nada con la Nueva Inquisición era posible que aún no estuviera todo perdido.

Sobre las 4 de la mañana llamaron a la habitacion. Era Juan Martínez, que venía de parte de Daniel Simmons. Traía un papel con un contrato escrito para que el grupo lo firmara ¡usando su sangre como tinta!. Tras mucho hablarlo y pensarlo, decidieron firmar. A cambio, simplemente "le deberían un favor". Interesados por esta forma de hacer las cosas, Juan les explicó que desde que estaba con Simmons llevaba ya unos 2.000 contratos firmados...

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